Campo grande de arena y piedras, muy seco, con un balón duro como una piedra y con viento racheado. Dos equipos con poco futbol, el Loiu a lanzar balones arriba y el Ibarreko a intentar jugar en un terreno imposible. Conclusión nada de futbol y un gol muy afortunado, empujado por el viento, que nos deja a seis puntos del descenso. Poco se puede sacar de este partido, nadie mereció ganar.
En el primer tiempo tenemos el viento en contra. El equipo consigue llegar en cuatro ocasiones al área rival y dos de ellas muy claras, pero una acaba, mansamente en las manos del portero y la otra sale fuera en un tiro forzado tras clarísimo penalti del portero a Bruno, que el árbitro no quiso ni ver, ni oír y que nuestro delantero intentó continuar muy deportivamente. El contrario se dedica a poner balones al área sin mucho control y aprovechando cualquier falta en el campo para colgar balones, sin mucho peligro. Pasada la primera media hora se produce el único gol del partido, en una de las poquísimas llegadas con balón largo por banda del Loiu, haciendo un centro sin mirar al área, donde no había delantero para rematar, pero con la enorme fortuna de que el viento coloque el balón en la escuadra del segundo palo. Inalcanzable para un Egoitz sorprendido, tanto como el jugador rival, que no termina de creerse el gol que ha metido y que al final valdría tres puntos. Dos córneres a nuestro favor, lanzados sin peligro cierran una primera parte aburrida y sin futbol.
En el descanso David sustituye a Valti, empezamos con el viento a favor y no lo aprovechamos, debido al estado del campo y a nuestro empeño por jugar el balón por abajo, las posesiones no superan los dos pases seguidos y el partido es un simulacro. El Loiu acumula gente en el centro del campo que despeja balones, su delantero no recoge en ninguna ocasión. Antes de los veinte minutos Andrés (del Juvenil “B”) entra al campo en lugar de Asier. Unos minutos después es Aritz el que ocupa el lugar de Abasolo y a falta de cinco minutos Hector entra como delantero en lugar de Borja. Casi al final del partido su delantero recibe uno de los despejes y es Markel G. el que consigue desbaratar la única ocasión de toda la segunda parte. Nada destacable en 45 minutos.
Poco que añadir a esta crónica y a un partido muy malo, donde el aburrimiento fue mayúsculo. Si normalmente metemos una de cada seis o siete ocasiones, ¿Qué puede pasar en un partido en el que tenemos tres?, lo que pasó. Perdemos contra un equipo bastante inferior, que sólo tuvo que aliarse una vez con la buena suerte, para meter un gol imposible. Esperemos que contra el Moraza las cosas cambien y podamos jugar al futbol, que algo sabemos.
AUPA IBARREKO¡¡¡¡¡¡¡
En el primer tiempo tenemos el viento en contra. El equipo consigue llegar en cuatro ocasiones al área rival y dos de ellas muy claras, pero una acaba, mansamente en las manos del portero y la otra sale fuera en un tiro forzado tras clarísimo penalti del portero a Bruno, que el árbitro no quiso ni ver, ni oír y que nuestro delantero intentó continuar muy deportivamente. El contrario se dedica a poner balones al área sin mucho control y aprovechando cualquier falta en el campo para colgar balones, sin mucho peligro. Pasada la primera media hora se produce el único gol del partido, en una de las poquísimas llegadas con balón largo por banda del Loiu, haciendo un centro sin mirar al área, donde no había delantero para rematar, pero con la enorme fortuna de que el viento coloque el balón en la escuadra del segundo palo. Inalcanzable para un Egoitz sorprendido, tanto como el jugador rival, que no termina de creerse el gol que ha metido y que al final valdría tres puntos. Dos córneres a nuestro favor, lanzados sin peligro cierran una primera parte aburrida y sin futbol.
En el descanso David sustituye a Valti, empezamos con el viento a favor y no lo aprovechamos, debido al estado del campo y a nuestro empeño por jugar el balón por abajo, las posesiones no superan los dos pases seguidos y el partido es un simulacro. El Loiu acumula gente en el centro del campo que despeja balones, su delantero no recoge en ninguna ocasión. Antes de los veinte minutos Andrés (del Juvenil “B”) entra al campo en lugar de Asier. Unos minutos después es Aritz el que ocupa el lugar de Abasolo y a falta de cinco minutos Hector entra como delantero en lugar de Borja. Casi al final del partido su delantero recibe uno de los despejes y es Markel G. el que consigue desbaratar la única ocasión de toda la segunda parte. Nada destacable en 45 minutos.
Poco que añadir a esta crónica y a un partido muy malo, donde el aburrimiento fue mayúsculo. Si normalmente metemos una de cada seis o siete ocasiones, ¿Qué puede pasar en un partido en el que tenemos tres?, lo que pasó. Perdemos contra un equipo bastante inferior, que sólo tuvo que aliarse una vez con la buena suerte, para meter un gol imposible. Esperemos que contra el Moraza las cosas cambien y podamos jugar al futbol, que algo sabemos.
AUPA IBARREKO¡¡¡¡¡¡¡
