jueves, 30 de enero de 2014

Sestao River 5 - 3 Juvenil A: No pudo ser, nos faltó convicción y alguna cosa más.

Partido que a pesar de tener muchos goles no ha sido muy vistoso. Una salida muy fuerte del River que rápidamente nos puso en desventaja en el marcador. A la media hora habíamos dado la vuelta al resultado y nos dormimos hasta el descanso, el Sestao lo aprovecha, con mucha entrega y pelea se va al descanso por delante. El segundo tiempo ha sido muy extraño, nuestros jugadores estaban fuera del partido, posiblemente por el árbitro, muy chulo y que ha pitado igual de mal para los dos equipos, muy mal “ayudado” por sus linieres (como no se puede acertar en ningún fuera de juego) sin personalidad y lo que es peor, ya que se supone que están aprendiendo, sin ganas, sin actitud, mal situados. De verdad y no me gusta hablar de los árbitros, se han cargado el partido, nos han perjudicado muchísimo, una pena.

Como he comentado el Sestao sale al campo como un vendaval, con una defensa situada en la línea de dentro del campo, que intenta ahogar al Ibarreko y en los primeros minutos lo consigue. En el minuto seis consiguen su primer gol con un buen balón a la espalda de nuestra defensa que el delantero mete por el primer palo de la portería de Egoitz. Tardamos 20 minutos en quitarnos la presión, quizás ellos bajan un poco el ritmo, y empezamos a mover el balón. En el minuto 21 saca Eneko una falta e Iñaki la pone en el medio del área para que Bruno la empuje consiguiendo el empate. Poco después es otra vez Bruno el que dispone de otra ocasión a buen pase de Valti. Antes de cumplirse la media hora otra falta sacada por Eneko la manda al palo Bruno y el rebote es bien peleado por Abasolo que consigue el 1-2 con la puntita de la bota. En la siguiente jugada es Iñaki el que cruza en exceso lo que hubiese sido la puntilla. El River retoma las ganas y vuelve a dominar en el terreno de juego, entran al balón con más ímpetu que nosotros y “empujan” hacia nuestro campo. En un saque de banda que parecía muy inocente, nuestros defensas se quedan quietos y un rival, viniendo de muy atrás recoge el balón al borde del área pequeña y la cruza al segundo palo consiguiendo el empate. El Ibarreko despierta, pero es el linier el que se encarga de frustar la reacción, pitando un fuera de juego a Iñaki, que se quedaba sólo, que no lo era por un metro (100 centímetros), pero el defensa había levantado la mano pidiéndolo y eso era lo único que necesitaban los aprendices de linier (mal colocados) para levantar el banderín. Era el minuto 45 y el equipo se deshace. En la prolongación sacan una falta a la olla y entrando con muchísima fuerza al remate en el área pequeña nos meten el tercero, un gol de convicción que nosotros no tuvimos.

En el vestuario se queda Pablo y sale al campo Igor, con lo que Eneko se mete de central. El equipo no está bien e intenta jugar balones largos para Bruno e Iñaki, pero repetidamente el linier levanta el banderín cada vez que el defensa central levanta la mano. El linier llegaba corriendo a la altura de Bruno tarde y ya con el banderín levantado. ¿No le han enseñado donde colocarse? Los jugadores se desquician y sufrimos varias tarjetas por protestar. Al cuarto de hora y debido a nuestra falta de concentración un balón largo a la espalda de la defensa lo para Egoitz en el uno contra uno, pero el rebote lo empuja otro delantero que había seguido la jugada es el 4-2. Tenemos cinco minutos de rabia y a la primera ocasión que creamos no llega Bruno por poquito. La segunda la volea Borja, dentro del área, al fondo de la red, era el 4-3 y quedaban 25 minutos de partido. Hacemos más cambios y entra David por Borja y Deba por Valti. A la media hora dispone el Sestao de su mejor ocasión, pero el delantero decide no chutar y su pase se pierde por línea de fondo. Poco después sacan una falta desde el medio campo y en clarísimo fuera de juego remata a placer su central, consiguiendo el definitivo 5-3. Cambiamos a Abasolo por Markel G., pero el partido está roto y nuestros jugadores fuera del partido y no conseguimos dar dos pases seguidos. En la última jugada y cuando Aritz saca una falta el árbitro le enseña la segunda amarilla, ¿?, y le indica que había pedido pasos y que tenía que esperar a su pitido. El aprendiz de linier que se encontraba a escasos 50 centímetros de la posición del balón, no se atreve a corregir al árbitro (prepotente y chulo donde los haya) y Aritz tiene que abandonar el campo por doble amarilla. Sin sacar la falta el árbitro pita el final del partido.

Hemos perdido una gran oportunidad de pelear por los puestos de arriba, seguro que tenemos más. Hay que creérselo y pelearlo en cada balón. La semana que viene nos visita el Abadiño, que en la ida pareció un equipo muy serio y bien organizado. Tendremos que trabajar mucho para superarles y jugar al futbol. En esta categoría la igualdad es una característica y gana el que tiene un poquito de suerte y más ganas. Eso no nos puede faltar y “solicito” a la Federación que no nos envié más linieres. Para aprender “lo que sea” hay que querer aprender y todavía no he visto ninguno con ganas. Vamos chavales, no os dejéis comer la tostada, que no os influyan esas cosas, tenéis que pensar sólo en futbol y en jugar a por todas. Jugando concentrados podéis ganar a cualquiera.

AUPA IBARREKO¡¡¡¡¡¡